Beneficios de andar en bicicleta

Principales beneficios de andar en bicicleta

Se ha visto recientemente que la mejor forma de empezar a andar en bicicleta es hacerlo con bicis sin pedales. De esta forma el niño adquiere antes el sentido de coordinación y equilibrio de una manera natural y progresiva. Una vez adquirida esta habilidad, será más rápido aprender a manejar los pedales. Esta destreza influirá en el desarrollo intelectual del niño. De hecho, se ha visto que niños que realizan mayor actividad física tienen mayor facilidad de aprendizaje y mejores notas que niños sedentarios. Y, además, aprender una nueva habilidad activa el cerebro.

Otros beneficios que conlleva el aprender a andar en bicicleta 

El ejercicio físico realizado hace aumentar la resistencia del niño y se crean hábitos sanos. La actividad física derivada de la bicicleta ofrece una forma eficaz de combatir enfermedades infantiles relacionadas con la falta de actividad física como la obesidad y la diabetes.

Además, reduce la ansiedad y eleva el estado de ánimo. por lo que es ideal para los niños muy activos.

Enseñando a andar en bicicleta a nuestros hijos estamos promoviendo una mejor calidad de vida y refuerza los lazos familiares.

Andar en bicicleta promueve el encuentro social y, gracias a ello, creará vínculos sociales y fomentará el desarrollo de los valores sociales como el compañerismo, el respeto, la tolerancia, y la solidaridad.

Crea una sensibilización hacia el medio. Los niños integran la bicicleta como un medio de transporte sano y bueno para el medio ambiente.

Como valor añadido, la conducción en bicicleta ayuda a familiarizarse desde pequeños con las normas de circulación y seguridad vial y el valor de la responsabilidad.

Andar en bicicleta es un ejercicio muy beneficioso para la salud

Una vez adquirido este hábito, el ejercicio del pedaleo es, además, muy beneficioso para la salud porque:

Es un ejercicio cardiovascular. Además de quemar grasas -aproximadamente 500 calorías en una hora- fortalece nuestro corazón, mejora el sistema circulatorio, aumenta la capacidad respiratoria y previene de enfermedades como el colesterol, así como el sobrepeso y la obesidad, enfermedades más frecuentes del mundo occidental.

Tonifica los músculos, especialmente los de las piernas, como los cuádriceps o los isquiotibiales.

Fortalece las rodillas. Al ejercitar también los músculos que rodean y ejercen la sujeción de la articulación de las rodillas protege de futuras lesiones. Es un deporte de bajo impacto al no tener que soportar el peso de nuestro cuerpo. Es más recomendable que otras actividades físicas que castigan esta articulación.

Mejora la posición de la espalda. Fortalece la musculatura de la zona lumbar de la espalda y disminuye así las posibilidades de la aparición de hernias y los dolores de espalda.

Fortalece el sistema inmunológico que mejora las defensas.

Reduce los niveles de estrés. Montar en bicicleta no requiere de alta concentración por lo que permite desconectar y dedicar ese tiempo para uno mismo.

Hace sentirte feliz. Al realizar una actividad cardiovascular se segregan hormonas endorfinas que son conocidas como las hormonas de la felicidad, que producen gran satisfacción.

Aunque no se tenga tiempo para practicar ciclismo, siempre se puede utilizar la bicicleta para ir al trabajo o de compras.

Las habilidades adquiridas en su infancia y la multitud de ventajas que la bicicleta tiene asociadas convierten este “juguete divertido” en un medio de transporte muy útil y beneficioso.

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